Carnaval en Navarra

Carnavales en Ituren

Miel OtxinMari Trapu, los momotxorros y los zaku zaharrak, algunos protagonistas de la magia de «carnestolendas» en Navarra.

Hablar de Carnavales en Navarra es hablar de danzas y de rituales mágicos, de espectáculos coloristas que recuperan las costumbres más arraigadas de los pueblos rurales. Carboneros, brujas aulladoras, fantasmas de tela de saco rellenos de hierba seca, famosos bandidos, el oso o hartza, mayordomos … son algunos de los personajes que todos los años toman las calles de los pueblos de la mitad norte de Navarra para anunciar la llegada de la Cuaresma.

Navarra nos ofrece a lo largo y ancho de su geografía un ámplio abanico de ritos carnavalescos. Días con un sabor ancestral, celebraciones que se pierden en la memoria de los tiempos, en los que se recuperan personajes de leyenda y rituales casi prehistóricos del entorno rural.

Así los mamuxarros agitan sus varas de avellano por las calles de Unanu. Vestidos de blanco, lucen sus máscaras de bronce ocultando su identidad. Los momotxorros desfilan por Alsasua con sus trajes ensangrentados y grandes cornamentas y bailan junto a brujas y fantasmas presididos por Lucifer.

Los zaku zaharrak toman las calles de Lesaka enfundados en sus sacos de paja y azuzan al público con sus pizontziak (vejigas). En Goizueta el personaje central es un carbonero que baila la zahagi-dantza, persigue a las mujeres y es golpeado por los mozos del pueblo. En Aoiz, los Cascabobos y las Mascaritas ocultan su identidad dando colorido a la villa.

Los Zanpantzarrak agitan sus cencerros para ahuyentar a los malos espíritus mientras recorren, año tras año, el recorrido que va de Zubieta a Ituren. Una fiesta que cuenta con el privilegio de haber sido declarada Bien de Interés Cultural, denominación que comparte con el carnaval de Lantz. Allí el bandido Miel Otxin es capturado y quemado en una representación burlesca.

Otros protagonistas que corren la misma suerte que Miel Otxin serán el bandido Aldabika en Estella-Lizarra y Mari Trapu en Pamplona, esta última escoltada por caldereros rememorando así retales de la historia de la capital del reyno.

En Tudela, los cipoteros, personajes con máscara y cabeza cubierta, arrojan caramelos y son los protagonistas indiscutibles. Acompañados de los capirotes, recorren las calles el viernes anterior al Miércoles de Ceniza, y el martes de Carnaval.

Sus vecinos de Cintruénigo, los zarramuskeros, toman las calles del pueblo las tardes del sábado y domingo de Carnaval. Su misión es muy sencilla: rociar con agua con azulete que llevan en sulfatadoras a cuantos pillan por el camino.

En definitiva, los Carnavales en Navarra se convierten en una inmejorable excusa para conocer las costumbres de numerosos pueblos navarros que han sabido conservar de manera ejemplar sus tradiciones.

Ha llegado el momento de rescatar trajes del baúl, refugiarse bajo una identidad diferente, mezclarse con la muchedumbre y divertirse. ¿Te animas?

Planes perfectos para celebrar San Valentin

San Valentin el 14 de febrero, es categorizado como el día del amor, no tiene por que ser el amor de pareja únicamente, se celebra el AMOR en general, la amistad, el amor por algún familiar, el mayor propio, el amor como tal.

Por eso hay mil planes que podemos disfrutar en este día

-Un picnic romantico

Picnic romántico.


Aunque ir de picnic suene a idea antigua o pasada de moda, si eliges el sitio perfecto puede llegar a ser uno de los mejores planes para el 14 de febrero.

La clave está en planearlo todo al dedillo, es decir, llévale su comida y bebida favoritas, un postre que estimule los sentidos, luces e incluso música para intensificar una atmósfera de lo más romántica.


-Las cenas románticas están más que pasadas de moda. Lo más típico del mundo es una cena con velas, rosas esparcidas por la mesa y unas bonitas flores en el jarrón.

Pero puedes darle una vuelta y hacer que cada uno cocine la comida del otro, de modo que cuando os sentéis a la mesa sea toda una sorpresa.

También podéis cenar por videollamada si estáis a distancia y pedirle al otro comida a domicilio sorpresa.

-Cena con un buen amigo y disfrutar juntos recordando historias juntos

-Cena romántica con tu pareja y un plan de desconexión y relax, en el campo o en una ciudad que estaba pendiente conocer, una pequeña escapada

-Una escapada con tu perro y pasar un día juntos disfrutando los dos

-Una cata de vinos, Para los amantes del vino un plan perfecto para este San Valentín puede ser acudir a una cata de vinos de algún pueblo cercano y así podréis aprender más sobre ello y disfrutar de una pequeña excursión

-Un spa para buscar un ratito de desconexión

Spá en pareja.


Ir al spa es uno de los grandes clásicos para celebrar San Valentín, ya que además de liberar tensiones puede llegar a ser un plan muy sensual.

Aprovechad los chorros de las piscinas para liberar el estrés y disfrutar de la compañía del otro

-Un masaje en pareja

Masaje en pareja.


El teletrabajo puede llegar a ser muy estresante por no poder o no saber separar tu vida del propio trabajo, ya que todo ocurre bajo el mismo techo.

Si crees que lleváis una vida estresante, tomad la iniciativa e iros a que os hagan un masaje en pareja. Veréis que luego, además de relajados, os encontraréis mucho más felices.

-Una partida de Paintball

Paintball.


Uno de los clásicos para disfrutar con otras parejas es jugar al paintball, ese juego con pistolas donde se disparan bolas de pintura.

Si tú y tu pareja estáis medio enfadados, esta podría ser una buena alternativa para resolver conflictos y echaros unas risas.

La historia de San Valentin

UN JOVEN SACERDOTE CONTRA EL PODER

Pero el origen de la historia del personaje de Valentín se sitúa en la Roma del siglo III, cuando el cristianismo comenzaba a extenderse. En esos momentos gobernaba el emperador Claudio II el Gótico, que promulgó una ley por la cual prohibía casarse a los jóvenes para que pudieran alistarse en el ejército. Al no estar de acuerdo con dicha ley, un joven sacerdote llamado Valentín decidió desafiar la prohibición del emperador y empezó a celebrar matrimonios en secreto entre jóvenes enamorados, además de lograr que muchos se convirtieran al cristianismo y asistir a los presos antes de ser torturados y ejecutados.

Tras ser descubierto, Valentín fue arrestado y confinado en una mazmorra, donde el oficial encargado de su custodia le retó a devolverle la vista a su hija Julia que había nacido ciega. El joven sacerdote aceptó el reto y en nombre de Dios devolvió la vista a la joven, con lo cual logró que el oficial y toda su familia se convirtieran al cristianismo. A pesar del milagro, Valentín siguió preso, y el 14 de febrero del año 269 fue lapidado y decapitado. La leyenda cuenta que Valentín, enamorado de Julia, envió una nota de despedida a la muchacha en la que firmaba: «De tu Valentín», de ahí la expresión anglosajona con la que se firman las cartas de amor: «From your Valentine». Julia, agradecida, plantó un almendro que dio hermosas flores rosadas junto a la tumba de su amado, de ahí el simbolismo de este árbol para expresar el amor y la amistad duraderos.

Siglos después Valentín fue elevado a los altares, y en el año 494 el papa Gelasio I declaró el 14 de febrero, el día de su martirio, como el día de San Valentin. Enterrado a las afueras de Roma, en la vía Flaminia –un lugar que sería más tarde conocido como Puerta de San Valentín–, su tumba se convirtió en lugar de peregrinaje durante la Edad Media.

La historia de Andelos

Las ruinas de la ciudad romana de Andelos resurgen de la tierra. En silencio yace la urbe que en el pasado acogió parte de la prosperidad del Impero Romano. Sus calles y viviendas, sus tiendas, sus termas y fuentes, sus creencias y tradiciones traen del lejano pasado el recuerdo y la historia de aquella ciudad que nos ha legado una extraordinaria obra de ingeniería civil en buen estado de conservación: el sistema de abastecimiento de agua de la ciudad.

La ciudad romana de Andelos se localiza en el término municipal de Mendigorría, en la Navarra Media. Está situada sobre una alta terraza cuaternaria en la margen derecha del río Arga, al sur de Puente la Reina.

El descubrimiento más notable en relación a esta ciudad es su sistema de abastecimiento de aguas. Es excepcional el hallazgo y conservación de esta obra hidráulica que comprende desde la captación hasta el centro de distribución en la ciudad. Además de este hallazgo, las excavaciones han permitido sacar a la luz el trazado de las calles y parte de la muralla.

Pinceladas de historia 

En el lugar que ocupa la ciudad romana de Andelos hubo un asentamiento humano que se remonta a los siglos IV-III a.C. Es posible que desde el siglo II a.C. se establecieran ya los primeros contactos entre los vascones y el mundo romano. Los siglos I y II d.C. son los de mayor esplendor de la ciudad. Es en esta época cuando tiene lugar un importante desarrollo urbano y se realiza la instalación del complejo sistema hidráulico. Esta ciudad se mantuvo como lugar habitado hasta época medieval tardía, conservándose la ermita de Nuestra Señora de Andión como único elemento que pervive actualmente.

El recorrido por la ciudad de Andelos

El acceso al yacimiento se realiza a través del Museo Arqueológico de Andelos, inaugurado en 2003. Es el punto de partida para lanzarse a descubrir los misterios de esta ciudad milenaria a través de distintos bloques monográficos que relatan el origen de la villa, los primeros contactos con la civilización romana, la arquitectura y los modos de vida.

El recorrido comienza en el cardo o calle porticada. Aquí puede contemplar las bases de los arcos del acueducto que llevaba el agua desde la presa hasta la ciudad tras recorrer 3,5 kilómetros. En la actualidad sólo se conservan esos restos, vestigios de aquel largo brazo de piedra que abastecía la ciudad. Camina desde allí hasta la antigua lavandería-tintorería e imagínate inmerso en un ambiente lleno de aromas y colores.

Ruinas romanas de Andelos, Mendigorría - Turismo en Navarra

Ruinas romanas de Andelos, Mendigorría

Divisa después el tramo final del acueducto que a pocos metros moría en el castellum aquae, donde comenzaba la distribución del agua por la ciudad. Este depósito servía para repartir y dividir el caudal. Seguidamente atraviesa la fuente o ninfeo, cuyos alrededores seguramente se convirtieron en un punto de encuentro y charla.

A continuación, atravesando la ciudad en dirección noreste, puedes proseguir tu visita situándose al comienzo del decumanus, uno de los ejes perpendiculares que atraviesa la ciudad. Lo primero que puedes encontrar a tu derecha es el acceso a la casa del peristilo o patio porticado con pozo. Prosiguiendo por el decumanus, accede a la casa de Baco y déjate seducir por el dios del vino.

El final del decumanus conecta perpendicularmente con el cardus, que sigue la dirección norte-sur. En esta calle se desarrollaba buena parte de la vida social de Andelos, ya que se trataba de una zona residencial, compuesta por amplias casas y edificios públicos como las tiendas o las termas. Éstas ofrecían unos servicios muy completos, sin nada que envidiar a las instalaciones más modernas de siglos posteriores. Existía una zona de vestuario, una sauna, baños calientes, baños fríos e incluso zonas de ambiente intermedio entre estos dos últimos. Ya en la palestra, lugar donde se realizaban los ejercicios gimnásticos y juegos, los andelonenses esculpían su cuerpo y liberaban su mente.

No dejes de visitar el sistema de abastecimiento de aguas a 3,5 kilómetros de la ciudad de Andelos, en el límite de los municipios de Mendigorría y Cirauqui. En este lugar se encuentra la presa con una capacidad de 20.000 m3. Te impresionará la excelente conservación y los 150 metros de longitud de esta obra de ingeniería del siglo I d.C. A continuación contempla el depósito regulador con capacidad para 7.000 m3. Distribuía el agua hacia el acueducto, que la transportaba hasta la ciudad. Una vez allí, se procedía a su distribución desde el castellum aquae.

  • Horarios: 
    • Enero, Febrero, Marzo, Octubre, Noviembre y Diciembre: Viernes y sábados, de 10h a 14h y de 15h a 18h. Domingos, de 10h a 14h.
    • Abril, Mayo, Junio y Septiembre: Viernes y sábados, de 10h a 14h y de 15h a 19h. Domingos, de 10h a 14h.
    • Julio: Viernes y sábados, de 10h a 14h y de 16h a 20h. Domingos, de 10h a 14h.
    • Agosto: de miércoles a sábados, de 10h a 14h y de 16h a 20h. Domingos, de 10h a 14h.
    • Para puentes y festivos especiales, consultar.

Las mejores atracciones para visitar en Pamplona

CATEDRAL DE PAMPLONA

El conjunto fue construido durante los siglos XIV y XV, sobre los restos de un templo románico. La fachada neoclásica de 1799 es de Ventura Rodríguez y el interior es gótico francés.

La campana María, situada en la torre izquierda, data de 1584 y es la segunda más grande de España, con sus 12 000 kilos. El claustro, terminado en el año 1472, está considerado como uno de los más bellos de Europa. La talla de Santa María la Real es románica del siglo XII, la imagen mariana más antigua de las conservadas en Navarra, y es de madera revestida en plata. El niño y el trono son añadidos, de los siglos XVII y XVIII respectivamente. Frente a ella se coronaban los reyes de Navarra.

La catedral alberga la exposición Occidens, en estancias originales de gran interés, como la cillería o el refectorio. Destacan el Relicario del Santo Sepulcro, que contiene un Lignum Crucis y diversas obras sacras. También son de destacar los retablos, la sillería del coro, de Esteban de Obray, el Santo Cristo de Anchieta, el sepulcro de alabastro de Carlos III el Noble y su esposa, de Johan Lome de Tournai, y la capilla Barbazana, con su bóveda gótica octogonal, que es la dependencia claustral más antigua.

EL PALACIO ARZOBISPAL

Este edificio, localizado en un lateral de la catedral y en la tranquila plaza de Santa María la Real, es la antigua sede de la principal autoridad religiosa del antiguo reino. En la Edad Media, en este espacio de la ciudad, estaba el barrio de la judería. Desde aquí se puede acceder al Baluarte del Labrit o tomar la Ronda Barbazana, el paseo de ronda de la muralla que protegía el noreste de la ciudad, resguardando el núcleo del poder religioso en la ciudad.

Las obras del edificio dieron comienzo en 1732 y terminaron en 1736, constituyendo un ejemplo de arquitectura barroca excelente, en donde trabajaron numerosos canteros, como Miguel de Barreneche. El resultado es una síntesis entre la arquitectura típica de la Zona Media de Navarra, donde predomina la sillería, y la arquitectura de la Ribera, donde predomina el ladrillo.

El edificio es de planta rectangular y las portadas de estilo churrigueresco, diseñadas a modo de retablo. La hornacina de una de ellas guarda una imagen de San Fermín, patrono de la diócesis.

Hoy el edificio es sede administrativa de toda la actividad episcopal y vivienda del arzobispo. También se encuentra aquí el Archivo Diocesano de Pamplona, ubicado en un pabellón del siglo XVIII, que comunica la Casa Episcopal con la Catedral.

LA CATEDRAL DE PAMPLONA Y HEMINGWAY

En un momento de la novela ‘The Sun Also Rises/Fiesta’, su protagonista, Jake Barnes, después de dar un paseo por Pamplona, se encuentra con la catedral. “Al final de la calle vi la catedral, y me encaminé hacia ella. La primera vez que la había visto pensé que tenía una fea fachada, pero ahora me gustó”. 
Se siente atraído por ella: “Entré. Estaba obscuro y los pilares subían altísimo y había gente que rezaba y un fuerte olor a incienso. Las vidrieras eran maravillosamente grandes. Me arrodillé y empecé a rezar, y lo hice por todos en los que pensé: Brett y Mike; Bill y Robert Cohn y yo mismo, y todos los toreros, primero los que me gustaban y luego los demás; volví a rezar por mí…”

La actual Catedral Santa María de Pamplona es un templo gótico construido como consecuencia del derrumbe de la antigua catedral románica en el año 1389. El Claustro es la joya de la Catedral de Pamplona, y una de las cumbres del estilo gótico. La “fea fachada” que cita Hemingway en ‘The Sun Also Rises’ pertenece al estilo neoclásico, construida entre 1784 y 1800.

PLAZA DEL CASTILLO

Se la podría considerar como el corazón de la ciudad, su centro neurálgico. Sus casi 14.000 m²  han sido un punto clave a lo largo de la historia pamplonesa. Su nombre proviene del castillo que estaba situado en su parte oriental, en la zona de la bajada de Javier, construido por Luis Hutín en 1310 y que tomó la plaza como patio de armas. Durante la edad media sirvió de tierra de nadie en los momentos difíciles entre los tres burgos; además de su función militar, fue mercado en 1324 y, en el siglo XIV, se utilizó para sembrar hierbas y trigo. 

Luego se convirtió en un descampado, hasta que en el siglo XVII se fue incorporando a la vida urbana de la ciudad. Hasta mediados de siglo no se empezaron a instalar viviendas y lo hicieron con dificultad, debido a la falta de tradición urbana del lugar. Su proceso de construcción se prolongó hasta el siglo XVIII.

La plaza se configuró pronto como un espacio de ocio y espectáculos ideal. Desde 1405 acogió las celebraciones y justas que festejaban las efemérides monárquicas o los patronos de la ciudad. Además, desde 1385 hasta 1844 (año de construcción de una plaza de toros estable) fue aquí donde se desarrollaron prácticamente todas las corridas de toros. La primera construcción, en torno a 1612, obedece a este contexto, ya que fue la casa del toril, que hoy coincidiría con el nº 37 que da sobre el lado occidental. Más tarde, en el siglo XIX, justas y toros dieron paso a los cafés, manteniendo su función social que, junto con otros servicios, mantiene hasta nuestros días. 
El kiosco del centro, de 1943, sustituyó a otro de madera de 1910, que a su vez se instaló en lugar de la fuente dieciochesca de la Beneficencia de Luis Paret. Su estatua principal, la Mariblanca, está hoy en los jardines de la Taconera.

Los recientes trabajos de excavación motivados por la construcción de un aparcamiento y la reurbanización de la plaza han sacado a la luz restos arqueológicos de diferentes periodos. Se ha recuperado un fragmento de un mosaico romano, se han encontrado un centenar de inhumaciones de una necrópolis musulmana y se han hallado restos del convento medieval de Santiago, con más de medio centenar de sepulturas. Además, parte del tramo oriental de la primera muralla de la población de San Nicolás quedó integrada en el aparcamiento.

LA PLAZA DEL CASTILLO Y HEMINGWAY

La plaza del Castillo es el corazón de Pamplona. El punto a través del cual se canaliza toda la vida de la ciudad. Es el primer lugar de la ciudad que conoció Ernest Hemingway cuando llegó junto con su mujer Hadley Richardson el 6 de julio de 1923. Hemingway hizo de la plaza su lugar indispensable de la ciudad. 

En la plaza se encuentra el Café Iruña, histórico bar y punto de reunión de los protagonistas de ‘The Sun Also Rises/Fiesta’. Cerca está el centenario Hotel La Perla y, justo enfrente, el edificio que albergaba al desaparecido Hotel Quintana y, a su lado, el bar Txoko. Los protagonistas de la novela de Hemingway también pasean sus cuerpos por la plaza por los ya desaparecidos Café Suizo (número 37) y bar Torino, Milano en la novela (número 3), y el propio escritor americano disfrutó en 1953 de otro café ya desaparecido: el Kutz (entre el pasaje de la Jacoba y el Café Iruña). 

Los protagonistas de ‘The Sun Also Rises/Fiesta’ llegan en coche a Pamplona a “la gran plaza… Hacía calor en la plaza y estaban verdes los árboles, y las banderas colgaban lacias de las astas, y fue grato salir al sol e introducirse en la sombra de los soportales que recorren la plaza por sus cuatro costados”. 

Hemingway disfrutó en la plaza del Castillo, que también la conoció con los nombres de la Constitución y de la República, del lanzamiento de los cohetes que indicaban el inicio de las fiestas de San Fermín (el Chupinazo desde el Ayuntamiento comenzó a lanzarse en 1939) e incluso se apenó en 1931 al comprobar que habían movido el Teatro Gayarre de ubicación y ya no cerraba la plaza. 

Desde la plaza del Castillo Hemingway y su grupo de amigos y amigas tomaron el autobús que le llevó a Auritz-Burguete (reflejado en ‘The Sun Also Rises’). Durante el viaje hicieron amistad con los paisanos. En la novela Bill Gordon, amigo del protagonista, no duda en decir: “Estos vascos son gente maravillosa”.

MONUMENTO AL ENCIERRO

Cuando un momento fugaz se transforma en imperecedero, conserva toda la intensidad de aquello que lo hizo valioso. Quizá eso fue lo que pensó el escultor bilbaíno Rafael Huerta al idear el conjunto escultórico dedicado al encierro.

La obra congela en un instante la carrera de los mozos perseguidos por los toros, con una atrevida habilidad y un acertado equilibrio de fuerzas que dejan entrever la angustia constante y el valor.

La paradoja del “dinamismo congelado” se muestra ante nuestros ojos, y parece como si los morlacos quisieran salir de su disfraz de bronce para recorrer una vez más las calles de Pamplona tras los valerosos mozos antes de volver a su molde perpetuo.

El monumento al encierro es una escultura en bronce colado que se alza elegante en la avenida Roncesvalles, mirando en dirección hacia la emblemática Plaza de Toros de Pamplona.

La obra es una ampliación del antiguo monumento que realizara el escultor bilbaíno Rafael Huerta Celaya en 1994. La escultura actual, es una armoniosa composición de once metros de largo y cuatro de ancho, que el mismo autor ha perfilado con inusitada calidad.

Un impresionante monumento concebido para ensalzar el mítico encierro de Pamplona. Representa con un realismo impactante el momento de mayor excitación para los corredores; ese en el que pueden sentir el aliento de los animales tras de sí. 11 mozos, en frenética carrera, tratan de conducir a la manada compuesta por 6 toros y 3 cabestros.

El dinamismo de los corredores se trasmite ampliamente. Algunos, caídos en el suelo, esperan no ser arrollados por los morlacos que pasan a su lado sin detenerse. Rafael Huerta ha conseguido plasmar gran equilibrio y movimiento a su obra gracias a la compensación de volúmenes hacia un lado y otro de los puntos de apoyo.

Disfrute de una vista completa de esta escultura rodeándola tranquilamente. Todos los mozos trasmiten con su pose, y también con su gesto, la misma emoción que se vive cada mañana de las fiestas de San Fermín. La angustia, el valor de los mozos y la potencia de los morlacos reflejan la constante lucha vivida con intensidad. Una escena que cautiva por su belleza.

Rafael Huerta, muy unido a la capital Navarra desde que la visitara tiempo atrás, pretende que toda persona que vea la obra vuelva a revivir la impresión que a él le causó el encierro, al que considera como una fuente de inspiración tanto por su estética como por la posibilidad que ofrece de captar distintos estados de ánimo.

Actividades al aire libre en Pamplona

LA TACONERA

Los Jardines de la Taconera, los más antiguos de Pamplona, son un vergel de estilo francés en el centro de la ciudad. Diseñados en 1830, siguen conservando un aire romántico.

El baluarte de la Taconera, como el de Gonzaga, fue construido en el XVII como refuerzo del nuevo frente oeste trazado tras la construcción de la ciudadela. Hacia 1940 el baluarte sustituyó su antiguo coronamiento de cañoneras por un antepecho de piedra, puesto que ya entonces se había convertido en lugar de paseo. La medialuna de Gonzaga, llamada también revellín de San Roque, se levantó entre 1675 y 1700 para reforzar la defensa de los citados baluartes. Luce en uno de sus frentes el escudo de armas del virrey Pignatelli.

Entre los árboles de este parque destacan esbeltas hayas, frondosos magnolios y singulares ginkgos biloba. Acompañando el paseo, encontramos laureles, acebos y una secuoya gigante de 40 metros de altura. Uno de los árboles más llamativos es la sófora japónica, que se encuentra en el coqueto Café Vienés, antiguo kiosko de alquiler de bicicletas. También podremos observar el tejo en espiral, el fresno “el superviviente” y un hermoso paseo central de flores.

Si algo llama la atención del paseante, es sin duda el pequeño zoo abierto que acogen los fosos del antiguo baluarte. En este espacio conviven patos, cisnes, ciervas, pavos reales, faisanes, ocas y peces.  

El jardín es también un pequeño museo al aire libre en el que varias esculturas señorean desde las alturas. En el paseo central se encuentra el Monumento a Julián Gayarre, obra de Fructuoso Orduna (1950). En uno de los pasillos laterales se encuentra el busto que rinde homenaje al compositor burladés Hilarión Eslava. Cerca del Café Vienés, se encuentra el Monumento a la Beneficencia, más conocido como “la Mari Blanca”. Junto a la Taconera, el Parque de Antoniutti está dedicado a la práctica del patinaje, con una pista de velocidad y un “skate park”

RUTA POR LOS PARQUES Y JARDINES DE PAMPLONA

La ruta comienza en el parque de la Media Luna continúa por los Jardines de la Taconera, el Parque de la Ciudadela y Vuelta del Castillo y finaliza en el Parque de Yamaguchi y Jardín de la Galaxia. En los Jardines de la Taconera encontrarás los siguientes árboles:  

Señal 7: Taxus baccata -Tejo en espiral

Este ejemplar ha sido históricamente una referencia en el parque de la Taconera por su poda en forma de espiral. Al tejo le gustan los lugares frescos y sombríos, quizás eso sea lo que le haga poder vivir más de un milenio.

Señal 8: Fraxinus excelsior– Fresno “el superviviente”

Te encuentras acompañando al árbol más anciano del parque. Este ejemplar es de los tiempos en los que magníficos olmos cubrieron gran parte del parque, lamentablemente murieron en los años 80 a causa de un hongo. Observando este árbol puedes hacerte una idea de la belleza del arbolado en este lugar en tiempos pasados.

Señal 9: Styphnolobium japonicum – Sófora japónica péndula. 

Su forma retorcida y caprichosa le otorga un aire mágico y sugerente. Este ejemplar de avanzada edad requiere de apoyos a modo de bastones que permitan resistir a su anciana estructura. Si te fijas bien podrás localizar oquedades que dan cobijo a la fauna del lugar.

Señal 10: Paseo central de flores

Los parterres de flor te atraparán con toda la gama de colores y texturas posibles. En cada estación podremos observar coloridas sinfonías visuales diferentes: en primavera violas, prímulas, tulipanes o jacintos; en verano begonias, tagetes, dalias y olorosas salvias.

Señal 11: GIGANTES VERDES. Sequoiadendron  giganteum – Secuoya gigante y «Toko-Toko», el Rey americano

Árbol de gran talla, entre 50 y 80 metros de altura, forma cónica y follaje escuamiforme muy denso y regular. Son las más voluminosas del reino vegetal, llegando a los 1500 metros cúbicos de madera por ejemplar.

Señal 12: GIGANTES VERDES. Sequoia sempervirens – Secuoya sempervirens y «Braulia», Reina americana

Árbol de gran talla que puede alcanzar los 100 metros de altura. De porte piramidal y hojas aciculares, dispuestas en dos hileras a cada lado de las ramitas. Puede llegar a vivir entre 2000 y 3000 años.

LAS AVES QUE SOBREVUELAN LA CIUDAD

  • El “cernícalo vulgar” es el principal enemigo de gorriones y otros pequeños pájaros. Destaca su habilidad para aprovechar las aves enjauladas que quedan a su alcance en balcones y ventanas, siendo devoradas in situ. 
  • En mayo o junio es frecuente escuchar al comienzo de la noche un sonido agudo y constante, repetido cada pocos segundos, en parques y avenidas arboladas. Es el reclamo del “autillo europeo», pequeña rapaz nocturna que, cuando se acerca alguien, se calla y no se mueve. 
  • El vencejo come y duerme sin dejar de volar. Le gusta vivir en las ciudades. En Pamplona está entre mayo y agosto.
  • Al mirlo común le gusta dar saltos sobre la hierba y canta al atardecer, con extraordinarias notas aflautadas.
  • El petirrojo es rechoncho y reconocible por su babero rojo-anaranjado.
  • El milano real es una de las aves rapaces diurnas más fácil de diferenciar por su color anaranjado. Tiene una envergadura de 170 centímetros. Sobrevuela la ciudad como un centinela en busca de otras aves y de roedores.
  • Reconocerás al verdecillo porque es amarillo limón y los solemos ver en la parte alta de los árboles.
LAS CAJAS NIDO

En el parque de La Taconera, la Vuelta del Castillo, Yamaguchi y Paseo fluvial hay instaladas cajas nido para atraer la población de aves. Las hay para cernícalos, autillos y pequeños pájaros como herrerillos y carboneros.

PARQUE FLUVIAL DEL ARGA

El Paseo Fluvial del Arga es un camino de once kilómetros de longitud que discurre a orillas del río Arga. 
Se adentra en la ciudad de Pamplona por las huertas de la Magdalena, cruza el barrio de la Rochapea y, tras aproximarse al casco urbano de la ciudad, se aleja por el barrio de San Jorge.

El Paseo recorre también las orillas de muchas localidades de la Cuenca de Pamplona como Burlada, Villava, Arre, Barañáin o Zizur Mayor. 

Tramo de la Magdalena (Larraintzar – Puente de la Magdalena) 

Siguiendo la dirección del río, este es el primer meandro del parque fluvial, hasta el Puente de la Magdalena. Es un paseo sugestivo y campestre, entre huertas de hortalizas, granjas y cercados con caballos y vacas. Pronto se llega hasta una bonita presa, donde están el Molino de Caparroso y la , que nos conduce hasta el Parque de la Tejería. Al final del meandro nos encontramos con el puente gótico de la Magdalena (XII), por donde pasa el camino de Santiago. Si miramos hacia Pamplona, todo este paseo es paralelo al parque de la Media Luna y al lienzo más antiguo de la muralla, la Ronda Barbazana.

Tramo de Aranzadi (Puente de la Magdalena – Puente de San Pedro) 

El parque fluvial en este tramo, comprendido entre el Puente de la Magdalena y el de San Pedro, presenta un paisaje más urbano y alejado de las murallas. En la calle Errotazar podremos visitar el Museo de Educación Ambiental y retomar allí el paseo a la hora del río, hasta llegar al Parque de Runa, con el monte San Cristóbal al fondo. El Puente de San Pedro es el más antiguo de la ciudad. De origen romano, su aspecto actual es medieval.

En este punto volvemos a encontrarnos con las murallas como telón de fondo: el Bastión del Redín, el Revellín de los Reyes y el Baluarte Bajo del Pilar.

Tramo de la Rochapea (Puente de San Pedro – Puente de Cuatro Vientos) 

Este tramo del Arga de acerca de nuevo a los pies del casco antiguo, paralelo al Paseo de Ronda, que lleva hasta el Parque de la Taconera, por el Portal Nuevo. Podemos distinguir las torres de la Catedral, el Archivo de Navarra y todo un frontal de casas en tonos pastel que forman una de las vistas más hermosas de la ciudad intramuros.

Esta parte del río está llena de actividad: pescadores, piragüistas y embarcaciones de remo que parten del puente medieval de la Rochapea o de Curtidores. Al lado están los Corralillos, espacio en el que las reses bravas en San Fermín aguardan a ser trasladadas hasta la Plaza de Toros en el encierro. Si seguimos el paso llegamos hasta el Puente de las Oblatas, de factura reciente, y más adelante hasta el puente gótico de Santa Engracia.

Tramo de San Jorge (Puente de Cuatro Vientos – Puente de Miluce) 

Debemos salvar el Puente de Cuatro Vientos por la calzada y descender de nuevo al río para tomar este tramo, adoquinado de ladrillo rojo. El cauce del río va estrechándose, con lo que el agua lleva mayor velocidad. El paseo deja atrás un frontón, una fuente, una presa, un molino… y se aleja cada vez más de la ciudad adentrándose en un paisaje tranquilo, arbóreo y silencioso. Al otro lado, a lo lejos, el barrio de San Juan. En este tramo hay otro puente centenario, el de Miluce, de origen romano o alto medieval, reconstruido en el XIX. A partir de ahí el paseo sigue y sigue hasta dejar atrás Pamplona.

PARQUE DE LA MEDIA LUNA

La Media Luna se sitúa junto a la avenida Baja Navarra, entrada a la ciudad desde el norte. Desde el mirador de la Media Luna disfrutamos de una estupenda panorámica de la ciudad y de los meandros que conforma el río Arga, en cuyas orillas se ubica el Parque Fluvial, una de las principales áreas de esparcimiento local. Llamará nuestra atención, sin duda, el Seminario Diocesano, cuya fachada está conformada por una gran cruz de vidriera, diseñada precisamente por el mismo autor del parque que nos ocupa: Víctor Eusa.

Donde antaño hubo eras y agricultores, hoy encontramos un bonito parque con forma de luna menguante, enlace natural entre el centro histórico y el Segundo Ensanche. La estatua del rey Sancho el III el Mayor nos da la bienvenida, destacando sus paseos de plataneros con gran arbolado, su estanque central enmarcado por una arcada y su café central. Entre las especies arbóreas del parque destacan las secuoyas gigantes, junto a castaños de Indias, cedros del Atlas y del Himalaya, sóforas lloronas, arces, almez, palmeras y abetos. Próximo al café, se encuentra el Monumento a Pablo Sarasate, virtuoso violinista y compositor pamplonés, realizado por Eduardo Carretero en 1959. Nos despide el Fortín de San Bartolomé, desde el siglo XVIII defensa destacada de la ciudad hacia el este.

Dirigiéndonos ya hacia la Taconera, seguimos el camino de ronda hacia el norte. Al cobijo de los fresnos y los arces, llegamos al Rincón del Caballo Blanco o mirador del Redín, atalaya inmejorable para entender un sistema defensivo renacentista. Nos saludan también la arboleda del Parque de Arantzadi, el Puente de San Pedro (época romana) y, cómo no, el monte Ezkaba con el Fuerte de San Cristóbal.

Continuando hacia el oeste por el camino de ronda, llegamos al mirador del Portal Nuevo, desde el que podemos apreciar la biodiversidad en torno al Arga: olmos, chopos, sauces, fresnos y arces, además de una gran variedad de aves que frecuentan estas arboledas. En sus aguas habitan especies protegidas como el visón europeo y la nutria paleártica. El antiguo Puente del Plazaola, el tren que unía Pamplona con San Sebastián, y su trazado se han reconvertido en una vía verde por la que transita la EuroVelo 1, una de las 15 rutas ciclistas que atraviesan Europa -en este caso, la vía que une el Algarve portugués con Noruega-. Hemos llegado, por fin, a la Taconera.


Museos en Pamplona, planes culturales

Pamplona es un referente cultural y artístico del norte de España. Cuenta con numerosos espacios expositivos y escénicos, algunos de ellos de gran tradición y otros modernos e innovadores. Asimismo, la agenda cultural de la ciudad comprende espectáculos de muy diverso género, tanto en pequeño formato como dirigidos a un gran público. Por ello, visitar Pamplona es siempre una buena oportunidad para disfrutar de las mejores propuestas culturales. Descubre aquí el mapa de los espacios de ocio y cultura.

Museo de Navarra

Museo que acoge obras de arte navarras que abarcan desde la Prehistoria hasta la actualidad, además de interesantes exposiciones temporales.

Museo de la catedral, Occidens

Muestra un recorrido por la historia de Occidente que pretende estimular la reflexión sobre los orígenes de nuestra cultura.

Museo de la Universidad de Navarra

Acoge obras de los artistas más relevantes del siglo XX, como Picasso, Rothko, Kandinsky, Chillida, Oteiza o Tàpies.

Planetario de Pamplona

Su cúpula de proyección, de 20 metros de diámetro, es una de las más grandes del mundo. Allí es posible observar películas y documentales cinematográficos y proyecciones del firmamento.

Museo Jorge Oteiza

Alberga la colección personal del reconocido escultor compuesta por 1.650 esculturas, 2.000 piezas de su laboratorio experimental y una extensa presencia de dibujos y collages

Centro de cultura contemporánea Hiriartea

Espacio innovador situado en la Ciudadela donde se celebran las exposiciones artísticas más relevantes de la ciudad.

Museo Pablo Sarasate

Acoge una muestra de piezas vinculadas al genial violinista navarro, como objetos de uso personal, fotografías, obsequios, partituras, programas musicales y, por supuesto, sus violines.

Fundación Miguel Echauri

Miguel Echauri es un pintor navarro, que tras una larga vida profesional de continuados éxitos, ha querido que su obra siga teniendo una presencia permanente en un ámbito visitable de nuestra ciudad. 

Eventos en Pamplona estos días

Hay varios eventos programados para enero y principios de febrero:

El 21 de enero en el Zentral de Pamplona tenemos Fuel Fandango, un poco de flamenco para animar el fin de semana

El 22 de enero el grupo Cafe Quijano en el palacio de congresos Baluarte, también Rrhapsody of fire en la sala Totem

A final de mes el 30 de enero El Drogas estará en Mutilva en la casa cultural del valle de aranguren

Entrando ya en febrero el grupo conocido Gatibu en el cafe teatro zentral una oportunidad para verlos en directo

El mes de las rebajas Pamplonicas

Todos sabemos que el mes de enero y febrero es típico la cantidad de rebajas que encontramos y Pamplona no se queda atrás, hay muchas tiendas únicas que ofrecen prendas de gran calidad y diferentes en otras comunidades

Por otro lado también tenemos muchas tiendas comunes que son protagonistas también en estas fechas.

El plan perfecto sería, dar una vuelta por las calles de Pamplona, tanto del segundo ensanche como las callejuelas de la vieja Iruña, donde hay mil tiendas únicas, ir viendo cada esquina de esta ciudad y conociendo las diferentes zonas y sus productos típicos.

Después de un largo paseo una buena opción seria una merienda calentita con churros y chocolate, podemos encontrar varios sitios donde nos los ofrezcan.

¿Que hacemos este fin de semana en Pamplona?

El primer fin de semana después de las vacaciones de navidad es un poco nostálgico, la vuelta al cole, al trabajo, rutina, tras pasar casi un mes todos juntos haciendo planes en familia y disfrutando de esta época del año.

Por eso este fin de semana apetece salir, seguir viviendo cosas nuevas y pasar un ratito en familia para coger fuerzas para el resto de la semana.

Este sábado 15 de enero el grupo Rise to Fall y Brothers Till We Die estará en la sala totem.

Además hay muchos planes para los peques, como la pista de patinaje de Itaroa, para poder hacer un poco de deporte y pasar un rato riéndonos

También podemos ir al cine, hay muchas películas de varias categorías en nuestras carteleras, y además podemos disfrutar luego tanto en Itaroa o en La Morea, de una tarde de juegos y bolos donde los peques se lo pasan increíble.