Los cementerios más llamativos de Navarra

Hay una tendencia turística conocida como “Necroturismo” que consiste en visitar cementerios. En algunos lugares de Europa ya se realiza desde hace muchos años pero cada vez más, en España está ganado adeptos. Es una modalidad en la que se visitan los cementerios por ser lugares especiales por el recinto en el que se encuentran, por su ubicación, por las formas curiosas de algunas tumbas y también porque estos lugares en muchos casos, esconden auténticas obras de arte de finales del siglo XIX y principios del XX. Hoy y aprovechando la próxima celebración de Todos Santos, vamos a nombraros tres cementerios muy curiosos que se encuentran en el Pirineo Navarro y que debéis visitar si practicáis esta modalidad turística.

cementerios Navarra

Cementerio de Burguete/Auritz: a 45 km de Pamplona se encuentra este pequeño pueblo de unos 250 habitantes, un pueblo donde cabe destacar su cementerio que construido en el año 1965, fue diseñado en relación con el sentido de la vida y la muerte, con el principio y fin de todas las cosas.  El acceso al cementerio se realiza por una puerta central, que representa la letra Alfa, primera letra del abecedario griego y que significa el inicio de una nueva vida tras la muerte. Mientras que el perímetro representa la letra Omega, ultima letra del abecedario griego, fin de la estancia en la vida terrenal. Además en este cementerio  solo se permite colocar estelas discoidales, representado la igualdad del ser humano ante la muerte.

Cementerio de Abaurregaina/ Abarruera  Alta: adosado a la Iglesia del pueblo encontramos un cementerio-museo.  Un importante descubrimiento arqueológico, en el que se encontraron unas 30 tumbas medievales.  Unas tumbas (estelas discoideas) que siguen colocadas con las posiciones  y orientaciones originales que narran a través de sus decoraciones las formas de vida y los pensamientos de los antiguos pobladores de este municipio del pirineo navarro.

Cementerio del Roncal: en esta ocasión no es por el perímetro, ni por la colocación de sus tumbas, es por una gran obra de arte que hay dentro del mismo. En este cementerio se encuentra el mausoleo e Julian Gayarre, gran tenor del s XIX.  Esta obra escultórica, una de las más importantes de Navarra, se encuentra aquí debido al amor que tenía Gayarre por el pueblo que lo vio nacer. Con su amigo y escultor Mariano Benlliure, hicieron un pacto que consistía en que, quien muriera primero le haría un homenaje al otro, si moría Benlliure , Gayarre cantaría en su funeral, y si era la contrario el escultor le haría una escultura. Que es lo que acabo pasando, por eso en este pueblo del pirineo más oriental encontramos esta obra merecedora de una visita.

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